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A escolha de
um parente seu como mensageiro era de qualquer modo um gesto de simpatia (de
D. João II) para com ele (Colombo). Foi efectivamente D. Martim (de
Noronha) quem fez o descobridor comparecer perante o monarca, o que, no dizer
de João de Barros
ele fez de
boa vontade, não tanto para aprazer a El-Rei quanto por o magoar com sua visita
.... e isto com uma soltura de palavras, acusando e repreendendo a El-Rei
em não aceptar sua oferta...
Essa atitude
indignou a corte, e logo houve quem se oferecesse para o matar incontinente
[68] porque
com sua
morte o prosseguimento desta empresa, acerca dos Reis de Castela, por
falecimento do descobridor cessaria..
ACC:
Esta afirmação não tem qualquer relação com a alegada
genovesidade do Almirante que o Prof. Thomaz pretende provar.
Certamente para não trair a sua dogmática crença no
Colombo tecelão genovês, o Prof. Thomaz recorre a João de Barros, que ainda não
era nascido e só publicou meio século depois, para relatar as ocorrências da
estada do Almirante em Portugal preterindo o que o próprio descreveu no seu
Diário.
Exime-se assim ao incómodo de explicar, como lhe seria
exigido por honestidade académica, todo o bom acolhimento que foi dispensado
pelo Rei de Portugal ao Almirante Colon, o tempo e honrarias que lhe foram
dedicadas, a hospedagem pelo Prior do Crato, bem como a intrigante visita à
Rainha Dª Leonor a pedido encarecido desta e na qual também estiveram presentes
o Duque [de Beja] e o Marquês [de Vila Real]
Por alguma misteriosa e obscura razão o Prof. Thomaz,
que amiúde se baseou no Diário para
dissertar sobre aspectos tão importantes para desvendar da identidade do
Almirante como a descrição e classificação botânica das espécies que encontrou
nas Índias, optou nesta situação por se acolher à sombra do texto de João de Barros,
que não foi testemunha directa e só veio a escrever umas dezenas de anos depois
dos acontecimentos e de Rui de Pina, em que aquele se baseou, e redigiu a
crónica uma dúzia de anos depois.
Suprindo, na medida do possível, o que o Prof. Thomaz
deixou no teclado, quiçá no tinteiro, depois de ter transcrito o conflituoso
primeiro contacto com o capitão da nau surta no Restelo, de seu nome Bartolomeu
Dias, aqui se deixa ao leitor algo que o próprio Colon registou sobre a sua
estada:
Martes, 5 de marzo
… El patrón se moderó y dijo que, pues estaba en aquella determinación,
que fuese como él quisiese; pero que le rogaba que le mandase mostrar las
cartas de los Reyes de Castilla si las tenía. El Almirante plugo de
mostrárselas, y luego se volvió a la nao e hizo relación al capitán, que se
llamaba Álvaro Damán, el cual, con mucha orden, con atabales y trompetas y
añafiles, haciendo gran fiesta, vino a la carabela y habló con el Almirante y
le ofreció de hacer todo lo que le mandase
Viernes, 8 de marzo
Hoy recibió el
Almirante una carta del Rey de Portugal con D. Martín de Noronha, por la cual
le rogaba que se llegase adonde él estaba, pues el tiempo no era para partir
con la carabela; …
Sábado, 9 de marzo
Hoy partió de
Sacamben para ir adonde el Rey estaba, que era el valle del Paraíso, … El Rey
le mandó recibir a los principales de su casa muy honradamente, y el Rey
también le recibió con mucha honra y le hizo mucho favor y mandó sentar y habló
muy bien, ofreciéndole que mandaría hacer todo lo que a los Reyes de Castilla y
a su servicio cumpliese cumplidamente y más que por cosa suya; y mostró haber
mucho placer del viaje haber habido buen término y se haber hecho, mas que
entendía que en la capitulación que había entre los Reyes y él que aquella
conquista le pertenecía . A lo cual respondió el Almirante que no había
visto la capitulación ni sabía otra cosa sino que los Reyes le habían mandado
que no fuese a la Mina ni en toda Guinea, y que así se había mandado pregonar
en todos los puertos del Andalucía antes que para el viaje partiese. El Rey
graciosamente respondió que tenía él por cierto que no habría en esto menester
terceros. Diole por huésped al prior del Clato, que era la más principal
persona que allí estaba, del cual el Almirante recibió muy muchas honras y
favores.
Domingo, 10 de marzo
Hoy, después de misa,
le tomó a decir el Rey si había menester algo, que luego se le daría, y
departió mucho con el Almirante sobre su viaje, y siempre le mandaba estar
sentado y hacer mucha honra.
Lunes, 11 de marzo
Hoy se despidió del
Rey, y le dijo algunas cosas que dijese de su parte a los Reyes, mostrándole
siempre mucho amor. Partióse después de comer, y envió con él a D. Martín de
Noronha, y todos aquellos caballeros le vinieron a acompañar y hacer honra buen
rato. Después vino a un monasterio de San Antonio, que es sobre un lugar que se
llama Villafranca, donde estaba la Reina; y fuele a hacer reverencia y besarle
las manos, porque le había enviado a decir que no se fuese hasta que la viese,
con la cual estaban el Duque y el Marques, donde recibió el Almirante mucha
honra. Partióse de ella el Almirante de noche, y fue a dormir a Allandra.
Destaque-se ainda que o Prof. Thomaz afirma que D.
João II foi de Vale do Paraíso para Torres Vedras onde reuniu o seu conselho e
nele se decidiu armar contra Castela uma grande armada cujo comando foi
confiado a D. Francisco de Almeida. (pág. 450)
Ora o que Rui de Pina escreveu foi: “em que foy detriminado que armasse contra
aquellas partes …”
‘Aquelas partes’ não se refere obviamente ao Reino de
Castela mas sim às ilhas onde chegara o Almirante.
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